Nunca me ha gustado esa palabra, "publicar". Tiene que ver con exponerse. Tiene también que ver con sacar algo de su hábitat natural para insertarlo en un mundo donde se terminan los miramientos. Y prefiero mil veces ver antes que ser visto. Hay una frase común que han dicho todos los autores que han publicado hasta hoy en mi editorial: "ha sido como tener un hijo". Quizás la analogía sea estereotipada, pero no pierde por ello su veracidad: se trata de haber conservado algo que está anexado a uno, algo que nadie más puede ver en una forma final. Solo las vagas ideas que nos da una imagen ambigua. Pero luego de un proceso de crecimiento, la criatura está lista para enfrentar el mundo.
Esta es una guía para todos aquellos escritores que han decidido que es hora de que eso ocurra. Creo que hay algunos puntos básicos que todo autor debería conocer antes de tomar alguna decisión al respecto. La experiencia puede ser verdaderamente hermosa. Debería serlo. Pero muchas veces se convierte en un trance casi traumático, especialmente si se trata del primer libro. Así que para todos los autores que ya están listos, para aquellos que no saben si lo están o para aquellos que tuvieron una mala experiencia, va esta lista de consejos.
1. ¿Cómo sé si estoy listo para publicar?
Una de las preguntas más frecuentes que llegan a mi escritorio. Cuando dejan su obra en una editorial, alrededor del 80% de autores inéditos espera una respuesta acerca de si su libro es publicable o no. Un consejo: no tomen la palabra de ningún editor como una palabra final. Los editores tenemos muchas razones para decidir publicar un libro o no, razones que a veces no son sencillas de compartir o explicar y que incluso pueden tener poco que ver con la calidad literaria. Las grandes editoriales suelen tener, por ejemplo, líneas editoriales muy definidas, con lo que solo aquello que se ajusta a sus catálogos llega a la publicación. Otras empresas editoriales buscan libros comerciales de rotación muy rápida y no se centran tanto en el contenido, sino en los temas.
Personalmente (y esto es un criterio muy propio), considero que si un libro tiene lectores, merece existir para esos lectores. No todos los libros están destinados a ser best-sellers o siquiera a agotar su tiraje. ¿Eso quiere decir que son malos libros? En absoluto. Un libro puede considerarse exitoso cuando ha logrado lo mejor que puede lograr. Pero el primero que debe saber si la obra está en condiciones de conseguir eso con su forma actual, es el autor. Si crees que tu libro está listo para ser leído, probablemente es hora de tomar el riesgo.
2. Tengo mi original listo, ¿a quién se lo doy?
El paso número dos es decidir qué vas a hacer con el libro en cuestión. Suponiendo que has decidido publicarlo en un formato libro (y no de manera digital o distribuir copias caseras, opciones perfectamente válidas para algunos autores), es momento de decidir una estretegia. Aquí voy a hacer un alto para explicar algunas opciones. Existen tres figuras, principalmente, que pueden orientarte en una u otra dirección según lo que desees: primero, el agente literario. Una figura que se encarga de manejar una cartera de autores y presentarlos con las editoriales. Ventajas: te libra de un trabajo muy pesado y probablemente esté mejor contactado que el autor. Desventajas: cobrará un porcentaje sobre cualquier contrato que quieras, pero lo más importante, tendrá un peso decisivo sobre tu opción final.
La segunda opción son las editoriales. Aquí también hay muchas posibilidades. Por un lado, están las editoriales "grandes". Son editoriales cuyo sello es conocido y tiene algún tipo de trayectoria en el mercado. Sus catálogos suelen ser cerrados y pocas veces apuestan por autores nuevos, pues su necesidad de arriesgar es baja: tienen ya autores exitosos y poca o ninguna necesidad de hacer "descubrimientos". Tienen algunas ventajas: su sistema editorial está casi siempre bien organizado, por lo que un original, aunque pasa por muchos filtros y tarda bastante tiempo en obtener respuesta, finalmente es leído. Por otro lado, si el libro llega a ser aceptado, lo más probable es que el autor no tenga que hacer inversión alguna. Por el contrario, recibirá las regalías del libro. Sin embargo, el porcentaje será bastante bajo, de alrededor del 8-12%, dependiendo de su capacidad de venta. Otro problema que presentan son las formas contractuales. Normalmente la editorial conserva los derechos de reproducción, por lo que la obra queda impedida de ser editada o incluso negociada con otras editoriales. Dependiendo del contrato que se realice, esto puede ser a nivel nacional o internacional. Por otro lado, están las editoriales independientes. Son editoriales más pequeñas, donde se suele arriesgar por autores nuevos, ya que la necesidad de encontrar autores propios que hagan distinguida la línea es más grande. Suelen ser más informales (algunas ni siquiera ofrecen un contrato) y la participación del autor puede ser más alta sobre los libros. Una ventaja notable es que la relación entre el autor y los principales responsables de la edición es mucho más cercana: en una editorial multinacional el autor tiene poco o ningún derecho a opinar sobre la forma final de la edición. Algunas desventajas de la editorial independiente: el autor suele hacer una inversión inicial para la publicación (puede ser por el total o por parte de la edición); una editorial independiente no tiene el peso en medios y márketing que posee una gran editorial, y finalmente, el autor tiene poca participación en el proceso de edición (finalmente también las editoriales independientes tienen un catálogo y una estética que desearán mantener).
Finalmente, la tercera opción es una empresa de servicios editoriales, o de autoedición. La principal desventaja es que el autor debe correr con todo el monto de la inversión. Sin embargo,
el total de los ingresos le pertenecerán. La formalidad dependerá enteramente de qué editorial se elija para la publicación. No hay cesión de derechos de autor, por lo que el autor puede, si así lo desea, negociar con otras editoriales su publicación en caso de que el libro despierte atención. Y quizás lo más importante, el autor tiene pleno control sobre el proceso, por lo que las sugerencias del editor necesitarán una aprobación del autor, lo que le permite manejar el triángulo costo-tiempo-calidad según sus necesidades. El márketing de la obra dependerá principalmente de la empresa editorial (a menos que el autor se encargue de ello personalmente, lo cual puede resultar trabajoso), y la distribución varía de acuerdo al acuerdo inicial.
3. ¿Cómo elijo la mejor opción?
Elijas lo que elijas, tendrás un editor que supervise tu proceso. Tómate tu tiempo para elegir. Es bueno que conozcas a más de un editor, que pidas reuniones, que le preguntes qué criterio editorial sigue, que le preguntes cómo concibe tu libro. Necesariamente debe haber una química a nivel profesional, artístio y a veces incluso personal: esa persona será la encargada de darle forma a tu obra, así que no dudes en preguntar todo lo que necesites saber antes de tomar tu decisión.
Pregunta siempre por cada etapa del proceso, no olvides que la corrección no es el único proceso que abarca el flujo editorial, todo debe estar pensado como un proyecto total, eslabones unidos en un sistema que den como resultado un producto con valor cultural, pero también comercial.
4. ¿Puedo ganar de mi publicación?
Es una pregunta difícil de contestar. Lo primero que hay que resaltar es que no se trata de un negocio sumamente rentable. Normalmente lo que motiva a un autor a publicar es algo distinto. Ciertamente, ello no quiere decir que no se pueda ganar dinero publicando, es posible y no solo eso, ocurre más a menudo de lo que muchos piensan. Sin embargo, es necesario recordar que no existe una fórmula mágica para lograr vender libros. Ni siquiera para ser leídos. Depende de una serie de factores: la obra en sí, la calidad del libro, los objetivos del proyecto editorial, la capacidad de la editorial para promocionar el título, la capacidad del editor para llamar la atención del público, la ubicación en librerías, etc.
Sin embargo, hay algo que recomiendo a todo autor cuando está haciéndose preguntas sobre el tema comercial. Siempre digo que lo mejor no es ganar de esto, sino asegurarse de que pueda existir un segundo libro sin necesidad de una nueva inversión. Suponiendo que la opción elegida sea la de la editorial independiente o la autoedición, eso se logra con un proyecto bien planificado, con un libro suficientemente fuerte como para recuperar al menos su inversión inicial y lograr con ello iniciar una cadena de publicaciones sólida desde sus inicios: un segundo libro es siempre más atractivo que una ópera prima en términos de marketing, y la segunda experiencia podría dar quizás más ganancias que la primera (además de recuperar la inversión para un tercer libro, claro está).
Y, desde luego, cuando eso ocurre las ganas de seguir publicando (y la motivación para seguir escribiendo), son mucho mayores.
5. ¿Vale la pena?
Sí. Aunque es difícil y no siempre logramos todos los objetivos que buscamos, es un proceso maravilloso. No solo por lo que ocurre con el libro en sí, sino por lo que ocurre con uno conforme ve los cambios en su obra.
Creo que puedo decir, con cierta satisfacción, que he pasado por los tres tipos de publicación. Mi primer libro fue con una editorial grande, pero no lo disfruté demasiado: yo quería estar ahí, ver lo que ocurría detrás de cámaras. La segunda vez fue con una editorial independiente, en la cual tuve la suerte de encontrar a un gran editor, y la experiencia fue muy positiva. Mi último libro apareció ya con una editorial de autoedición, y creo que es donde me gusta estar. Decidir sobre mi obra me hace sentir que el proceso de escritura no ha terminado, que es solo una parte fantástica y primordial de algo que puede ser muchísimo más: algo así como tener el corazón en las manos y saber que es momento de construirle un cuerpo.
Pero sobre todo lo demás, lo importante es estar a gusto con la decisión de enviar ese cuerpo al mundo exterior, para que se desenvuelva por sí solo. Y si tenemos un poco de suerte y tomamos las decisiones correctas, quizás ese cuerpo pase a ser nuestro un día, cuando nuestra memoria solo pueda ser evocada a través de las líneas que dejamos grabadas en su interior.
Esta es una guía para todos aquellos escritores que han decidido que es hora de que eso ocurra. Creo que hay algunos puntos básicos que todo autor debería conocer antes de tomar alguna decisión al respecto. La experiencia puede ser verdaderamente hermosa. Debería serlo. Pero muchas veces se convierte en un trance casi traumático, especialmente si se trata del primer libro. Así que para todos los autores que ya están listos, para aquellos que no saben si lo están o para aquellos que tuvieron una mala experiencia, va esta lista de consejos.
1. ¿Cómo sé si estoy listo para publicar?
Una de las preguntas más frecuentes que llegan a mi escritorio. Cuando dejan su obra en una editorial, alrededor del 80% de autores inéditos espera una respuesta acerca de si su libro es publicable o no. Un consejo: no tomen la palabra de ningún editor como una palabra final. Los editores tenemos muchas razones para decidir publicar un libro o no, razones que a veces no son sencillas de compartir o explicar y que incluso pueden tener poco que ver con la calidad literaria. Las grandes editoriales suelen tener, por ejemplo, líneas editoriales muy definidas, con lo que solo aquello que se ajusta a sus catálogos llega a la publicación. Otras empresas editoriales buscan libros comerciales de rotación muy rápida y no se centran tanto en el contenido, sino en los temas.
Personalmente (y esto es un criterio muy propio), considero que si un libro tiene lectores, merece existir para esos lectores. No todos los libros están destinados a ser best-sellers o siquiera a agotar su tiraje. ¿Eso quiere decir que son malos libros? En absoluto. Un libro puede considerarse exitoso cuando ha logrado lo mejor que puede lograr. Pero el primero que debe saber si la obra está en condiciones de conseguir eso con su forma actual, es el autor. Si crees que tu libro está listo para ser leído, probablemente es hora de tomar el riesgo.
2. Tengo mi original listo, ¿a quién se lo doy?
El paso número dos es decidir qué vas a hacer con el libro en cuestión. Suponiendo que has decidido publicarlo en un formato libro (y no de manera digital o distribuir copias caseras, opciones perfectamente válidas para algunos autores), es momento de decidir una estretegia. Aquí voy a hacer un alto para explicar algunas opciones. Existen tres figuras, principalmente, que pueden orientarte en una u otra dirección según lo que desees: primero, el agente literario. Una figura que se encarga de manejar una cartera de autores y presentarlos con las editoriales. Ventajas: te libra de un trabajo muy pesado y probablemente esté mejor contactado que el autor. Desventajas: cobrará un porcentaje sobre cualquier contrato que quieras, pero lo más importante, tendrá un peso decisivo sobre tu opción final.
La segunda opción son las editoriales. Aquí también hay muchas posibilidades. Por un lado, están las editoriales "grandes". Son editoriales cuyo sello es conocido y tiene algún tipo de trayectoria en el mercado. Sus catálogos suelen ser cerrados y pocas veces apuestan por autores nuevos, pues su necesidad de arriesgar es baja: tienen ya autores exitosos y poca o ninguna necesidad de hacer "descubrimientos". Tienen algunas ventajas: su sistema editorial está casi siempre bien organizado, por lo que un original, aunque pasa por muchos filtros y tarda bastante tiempo en obtener respuesta, finalmente es leído. Por otro lado, si el libro llega a ser aceptado, lo más probable es que el autor no tenga que hacer inversión alguna. Por el contrario, recibirá las regalías del libro. Sin embargo, el porcentaje será bastante bajo, de alrededor del 8-12%, dependiendo de su capacidad de venta. Otro problema que presentan son las formas contractuales. Normalmente la editorial conserva los derechos de reproducción, por lo que la obra queda impedida de ser editada o incluso negociada con otras editoriales. Dependiendo del contrato que se realice, esto puede ser a nivel nacional o internacional. Por otro lado, están las editoriales independientes. Son editoriales más pequeñas, donde se suele arriesgar por autores nuevos, ya que la necesidad de encontrar autores propios que hagan distinguida la línea es más grande. Suelen ser más informales (algunas ni siquiera ofrecen un contrato) y la participación del autor puede ser más alta sobre los libros. Una ventaja notable es que la relación entre el autor y los principales responsables de la edición es mucho más cercana: en una editorial multinacional el autor tiene poco o ningún derecho a opinar sobre la forma final de la edición. Algunas desventajas de la editorial independiente: el autor suele hacer una inversión inicial para la publicación (puede ser por el total o por parte de la edición); una editorial independiente no tiene el peso en medios y márketing que posee una gran editorial, y finalmente, el autor tiene poca participación en el proceso de edición (finalmente también las editoriales independientes tienen un catálogo y una estética que desearán mantener).
Finalmente, la tercera opción es una empresa de servicios editoriales, o de autoedición. La principal desventaja es que el autor debe correr con todo el monto de la inversión. Sin embargo,
el total de los ingresos le pertenecerán. La formalidad dependerá enteramente de qué editorial se elija para la publicación. No hay cesión de derechos de autor, por lo que el autor puede, si así lo desea, negociar con otras editoriales su publicación en caso de que el libro despierte atención. Y quizás lo más importante, el autor tiene pleno control sobre el proceso, por lo que las sugerencias del editor necesitarán una aprobación del autor, lo que le permite manejar el triángulo costo-tiempo-calidad según sus necesidades. El márketing de la obra dependerá principalmente de la empresa editorial (a menos que el autor se encargue de ello personalmente, lo cual puede resultar trabajoso), y la distribución varía de acuerdo al acuerdo inicial.
3. ¿Cómo elijo la mejor opción?
Elijas lo que elijas, tendrás un editor que supervise tu proceso. Tómate tu tiempo para elegir. Es bueno que conozcas a más de un editor, que pidas reuniones, que le preguntes qué criterio editorial sigue, que le preguntes cómo concibe tu libro. Necesariamente debe haber una química a nivel profesional, artístio y a veces incluso personal: esa persona será la encargada de darle forma a tu obra, así que no dudes en preguntar todo lo que necesites saber antes de tomar tu decisión.
Pregunta siempre por cada etapa del proceso, no olvides que la corrección no es el único proceso que abarca el flujo editorial, todo debe estar pensado como un proyecto total, eslabones unidos en un sistema que den como resultado un producto con valor cultural, pero también comercial.
4. ¿Puedo ganar de mi publicación?
Es una pregunta difícil de contestar. Lo primero que hay que resaltar es que no se trata de un negocio sumamente rentable. Normalmente lo que motiva a un autor a publicar es algo distinto. Ciertamente, ello no quiere decir que no se pueda ganar dinero publicando, es posible y no solo eso, ocurre más a menudo de lo que muchos piensan. Sin embargo, es necesario recordar que no existe una fórmula mágica para lograr vender libros. Ni siquiera para ser leídos. Depende de una serie de factores: la obra en sí, la calidad del libro, los objetivos del proyecto editorial, la capacidad de la editorial para promocionar el título, la capacidad del editor para llamar la atención del público, la ubicación en librerías, etc.
Sin embargo, hay algo que recomiendo a todo autor cuando está haciéndose preguntas sobre el tema comercial. Siempre digo que lo mejor no es ganar de esto, sino asegurarse de que pueda existir un segundo libro sin necesidad de una nueva inversión. Suponiendo que la opción elegida sea la de la editorial independiente o la autoedición, eso se logra con un proyecto bien planificado, con un libro suficientemente fuerte como para recuperar al menos su inversión inicial y lograr con ello iniciar una cadena de publicaciones sólida desde sus inicios: un segundo libro es siempre más atractivo que una ópera prima en términos de marketing, y la segunda experiencia podría dar quizás más ganancias que la primera (además de recuperar la inversión para un tercer libro, claro está).
Y, desde luego, cuando eso ocurre las ganas de seguir publicando (y la motivación para seguir escribiendo), son mucho mayores.
5. ¿Vale la pena?
Sí. Aunque es difícil y no siempre logramos todos los objetivos que buscamos, es un proceso maravilloso. No solo por lo que ocurre con el libro en sí, sino por lo que ocurre con uno conforme ve los cambios en su obra.
Creo que puedo decir, con cierta satisfacción, que he pasado por los tres tipos de publicación. Mi primer libro fue con una editorial grande, pero no lo disfruté demasiado: yo quería estar ahí, ver lo que ocurría detrás de cámaras. La segunda vez fue con una editorial independiente, en la cual tuve la suerte de encontrar a un gran editor, y la experiencia fue muy positiva. Mi último libro apareció ya con una editorial de autoedición, y creo que es donde me gusta estar. Decidir sobre mi obra me hace sentir que el proceso de escritura no ha terminado, que es solo una parte fantástica y primordial de algo que puede ser muchísimo más: algo así como tener el corazón en las manos y saber que es momento de construirle un cuerpo.
Pero sobre todo lo demás, lo importante es estar a gusto con la decisión de enviar ese cuerpo al mundo exterior, para que se desenvuelva por sí solo. Y si tenemos un poco de suerte y tomamos las decisiones correctas, quizás ese cuerpo pase a ser nuestro un día, cuando nuestra memoria solo pueda ser evocada a través de las líneas que dejamos grabadas en su interior.
4 Response to Autoeditado :: ¿Quieres publicar?
Que término utilizas en vez de "publicar"?
"ha sido como tener un hijo"...Sólo espero que te lo hayan dicho autores que son verdaderamente padres y han pasado por aquello de tener un hijo...Esa fracesita paternal se las he oido decir a muchos solterones que ni piensan en la posibilidad de hijos propios a futuro...
No uso otro término. Al igual que muchas cosas que no me gustan, trato de encontrarle el placer al asunto. Lo veo más bien como una oportunidad de revertir la poralidad de lo expuesto: finalmente, algo de gusto tiene que haber en el hecho en sí, aunque el término no me guste demasiado.
"Como tener un hijo", un cliché bastante común, no? Veamos, he publicado a pocos autores que no hayan sido padres, ahora que lo mencionas. Curioso.
Por cierto, aunque nada tiene que ver, ¿qué problema hay con los solterones que no piensan en la posibilidad de tener hijos? Bienvenidos sean a tener hijos literarios, no?
Como puedo contactarme con parte del personal de la editorial, quiero publicar un libro.
Según entiendo Editorial Arkabas brinda los servicios de la 3ra opción? Estoy intenta publicar un poemario y quisiera poder contactarme con la empresa para ver costos y precios. Estoy evaluando opciones :S
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